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             EL NOVIAZGO CRISTIANO
 

Amor no es sexo

Los millones de jóvenes que mientras entregan su cuerpo haciendo sexo, no están pensando en la felicidad de tener a su lado a alguien que las ame y les garantice protección y cuidado, sino están pensando que haría su cobarde pareja si salen embarazadas: o presionarlas para abortar o abandonarlas como madres solteras. La opción del matrimonio es solo una promesa en sus labios. Más fácil es creer que los cerdos vuelan antes que creer que cumplirán su promesa. Para hacer verdaderamente el amor, es necesario estar bajo el compromiso de la seguridad.

 

No hacen el amor los tramposos esposos o esposas infieles que engañan al amor de su vida que dejó todo por estar con ellos y se esforzaron por atenderlos como rey (si no te trata como rey, es porque te olvidaste de tratarla como reina). Hacían el amor mientras eran fieles, pero con la infidelidad cometida perdieron toda probabilidad de volver a hacer el amor con su cónyuge, ya que se dejaron engañar que el amor es solo un sentimiento y no una decisión, y muy tarde se dieron cuenta que fidelidad es sinónimo de felicidad. Nunca volverán a hacer el amor con su esposa(o), y peor, no lo harán con su amante. Para hacer verdaderamente el amor, es necesario estar bajo el compromiso de la fidelidad.

 

Millones de jóvenes hacen el sexo sin estar enamorados que diariamente se acuestan sin ningún tipo de compromiso entre ambos. No hacen el amor porque para entregarse con amor, sino  viven con el temor de terminar su relación de con su pareja, así solo estarán haciendo sexo sin entregarse totalmente. Amar es entregar el alma, sexo es entregar el cuerpo. Para hacer verdaderamente el amor, es necesario estar bajo el compromiso del matrimonio.

Los millones de jóvenes que mientras entregan su cuerpo haciendo sexo,  están pensando con quien más se acostaron o con quien más se habrá acostado su pareja. No hacen el amor porque para entregar todo su amor es necesario sentir la gran dicha y felicidad de saber que has sido de una sola persona y que tu pareja ha sido solo de ti. Ellos no están enamorados de la persona; solo están ilusionados de su cuerpo. Para hacer verdaderamente el amor, es necesario estar bajo el compromiso de la exclusividad.

Solo están haciendo sexo todos los homosexuales y lesbianas y también todos aquellos que se comportan como animales, acostándose con varias parejas, porque hacer el amor está reservado solo para hombres de verdad que son capaces de demostrar su hombría teniendo una sola mujer; hombres fuertes como Sansón y no débiles como “zonzón”. También está reservado para mujeres racionales e inteligentes que han aprendido que la voluntad manda sobre la emoción y que no se dejan llevar solamente por sus instintos como si fueran animales irracionales. Para mujeres valientes como Débora y no calientes como “devoradora”. Para hacer verdaderamente el amor, es necesario estar bajo el compromiso de la integridad. Los animales hacen solo sexo; no hacen el amor.

Solo hacen sexo todos aquellos hombres y mujeres que hace rato se están burlando y riendo del contenido de este artículo demostrando de esta manera su baja condición de vida y de moralidad, y que en vez de arrepentirse ante Dios para tener una nueva vida llena de dignidad, creen que para ellos no hay esperanza o no la quieren recibir si es que la hay. No hacen el amor porque solo está reservado para jóvenes valientes y diferentes que no se avergüenzan de marchar contra la corriente y que están dispuestos a comprobar con hechos y resultados que obedecer a Dios trae felicidad, y que no solo es una simple teoría religiosa que fácilmente pueden refutar aquellos que se han acostumbrado a ser parte del montón, siendo solo religiosos y estando rodeados de religiosos. No han entendido que Jesús es vida, no religión. Para hacer verdaderamente el amor, es necesario estar bajo una vida de obediencia a Dios.

En resumen: solo harán el amor aquellos jóvenes  valientes que han decidido esperar hasta el matrimonio, ser de una sola persona hasta la muerte, estar a su lado toda su vida y decidir amar a su pareja siendo más fuertes que la tentación de la traición con la ayuda de Dios. El resto solo hará sexo. Harán el amor aquellos que han decidido esperar hasta el matrimonio porque dentro del matrimonio hay más seguridad, sobre todo si te casaste con alguien que nunca te pidió sexo antes de casarte, porque es alguien que ha demostrado que lo que lo liga a ti es su amor y no su deseo por tu cuerpo.

Si te pidió sexo no era hombre, era un “buitre” al acecho.

Joven, si quieres ser verdaderamente feliz no compres sexo, recibe amor. Pero no esperes recibir amor, da amor porque no cosecharás sino siembras. Necesariamente todo lo que produce felicidad y éxito requiere esfuerzo y sacrificio, y no será diferente en el caso del amor. Si quieres ser feliz en el amor, ¡Esfuérzate por ser valiente! Porque el éxito en el amor no es cuestión de suerte sino de decisión.

¡¡¡Que Dios te Bendiga!!!