| 29 | 30 | 31 | 32 | 33 | 34 | 35 | 36 | 37 | 38 | 39 | 40 | 41 | 42 | Capítulo 29Job recuerda su felicidad anterior 29:1 Volvió Job a reanudar su discurso, y dijo:
Capítulo 30Job lamenta su desdicha actual 30:1 Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo,A cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado. 30:2 ¿Y de qué me serviría ni aun la fuerza de sus manos? No tienen fuerza alguna. 30:3 Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; Huían a la soledad, a lugar tenebroso, asolado y desierto. 30:4 Recogían malvas entre los arbustos, Y raíces de enebro para calentarse. 30:5 Eran arrojados de entre las gentes, Y todos les daban grita como tras el ladrón. 30:6 Habitaban en las barrancas de los arroyos, En las cavernas de la tierra, y en las rocas. 30:7 Bramaban entre las matas, Y se reunían debajo de los espinos. 30:8 Hijos de viles, y hombres sin nombre, Más bajos que la misma tierra. 30:9 Y ahora yo soy objeto de su burla, Y les sirvo de refrán. 30:10 Me abominan, se alejan de mí, Y aun de mi rostro no detuvieron su saliva. 30:11 Porque Dios desató su cuerda, y me afligió, Por eso se desenfrenaron delante de mi rostro. 30:12 A la mano derecha se levantó el populacho; Empujaron mis pies, Y prepararon contra mí caminos de perdición. 30:13 Mi senda desbarataron, Se aprovecharon de mi quebrantamiento, Y contra ellos no hubo ayudador. 30:14 Vinieron como por portillo ancho, Se revolvieron sobre mi calamidad. 30:15 Se han revuelto turbaciones sobre mí; Combatieron como viento mi honor, Y mi prosperidad pasó como nube. 30:16 Y ahora mi alma está derramada en mí; Días de aflicción se apoderan de mí. 30:17 La noche taladra mis huesos, Y los dolores que me roen no reposan. 30:18 La violencia deforma mi vestidura; me ciñe como el cuello de mi túnica. 30:19 El me derribó en el lodo, Y soy semejante al polvo y a la ceniza. 30:20 Clamo a ti, y no me oyes; Me presento, y no me atiendes. 30:21 Te has vuelto cruel para mí; Con el poder de tu mano me persigues. 30:22 Me alzaste sobre el viento, me hiciste cabalgar en él, Y disolviste mi sustancia. 30:23 Porque yo sé que me conduces a la muerte, Y a la casa determinada a todo viviente. 30:24 Mas él no extenderá la mano contra el sepulcro; ¿Clamarán los sepultados cuando él los quebrantare? 30:25 ¿No lloré yo al afligido? Y mi alma, ¿no se entristeció sobre el menesteroso? 30:26 Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; Y cuando esperaba luz, vino la oscuridad. 30:27 Mis entrañas se agitan, y no reposan; Días de aflicción me han sobrecogido. 30:28 Ando ennegrecido, y no por el sol; Me he levantado en la congregación, y clamado. 30:29 He venido a ser hermano de chacales, Y compañero de avestruces. 30:30 Mi piel se ha ennegrecido y se me cae, Y mis huesos arden de calor. 30:31 Se ha cambiado mi arpa en luto, Y mi flauta en voz de lamentadores. Capítulo 31Job afirma su integridad 31:1 Hice pacto con mis ojos;¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? 31:2 Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios, Y qué heredad el Omnipotente desde las alturas? 31:3 ¿No hay quebrantamiento para el impío, Y extrañamiento para los que hacen iniquidad? 31:4 ¿No ve él mis caminos, Y cuenta todos mis pasos? 31:5 Si anduve con mentira, Y si mi pie se apresuró a engaño, 31:6 Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad. 31:7 Si mis pasos se apartaron del camino, Si mi corazón se fue tras mis ojos, Y si algo se pegó a mis manos, 31:8 Siembre yo, y otro coma, Y sea arrancada mi siembra. 31:9 Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, Y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo, 31:10 Muela para otro mi mujer, Y sobre ella otros se encorven. 31:11 Porque es maldad e iniquidad Que han de castigar los jueces. 31:12 Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón, Y consumiría toda mi hacienda. 31:13 Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, Cuando ellos contendían conmigo, 31:14 ¿Qué haría yo cuando Dios se levantase? Y cuando él preguntara, ¿qué le respondería yo? 31:15 El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él? ¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz? 31:16 Si estorbé el contento de los pobres, E hice desfallecer los ojos de la viuda; 31:17 Si comí mi bocado solo, Y no comió de él el huérfano 31:18 (Porque desde mi juventud creció conmigo como con un padre, Y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda); 31:19 Si he visto que pereciera alguno sin vestido, Y al menesteroso sin abrigo; 31:20 Si no me bendijeron sus lomos, Y del vellón de mis ovejas se calentaron; 31:21 Si alcé contra el huérfano mi mano, Aunque viese que me ayudaran en la puerta; 31:22 Mi espalda se caiga de mi hombro, Y el hueso de mi brazo sea quebrado. 31:23 Porque temí el castigo de Dios, Contra cuya majestad yo no tendría poder. 31:24 Si puse en el oro mi esperanza, Y dije al oro: Mi confianza eres tú; 31:25 Si me alegré de que mis riquezas se multiplicasen, Y de que mi mano hallase mucho; 31:26 Si he mirado al sol cuando resplandecía, O a la luna cuando iba hermosa, 31:27 Y mi corazón se engañó en secreto, Y mi boca besó mi mano; 31:28 Esto también sería maldad juzgada; Porque habría negado al Dios soberano. 31:29 Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, Y me regocijé cuando le halló el mal 31:30 (Ni aun entregué al pecado mi lengua, Pidiendo maldición para su alma); 31:31 Si mis siervos no decían: ¿Quién no se ha saciado de su carne? 31:32 (El forastero no pasaba fuera la noche; Mis puertas abría al caminante); 31:33 Si encubrí como hombre mis transgresiones, Escondiendo en mi seno mi iniquidad, 31:34 Porque tuve temor de la gran multitud, Y el menosprecio de las familias me atemorizó, Y callé, y no salí de mi puerta; 31:35 ¡Quién me diera quien me oyese! He aquí mi confianza es que el Omnipotente testificará por mí, Aunque mi adversario me forme proceso. 31:36 Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro, Y me lo ceñiría como una corona. 31:37 Yo le contaría el número de mis pasos, Y como príncipe me presentaría ante él. 31:38 Si mi tierra clama contra mí, Y lloran todos sus surcos; 31:39 Si comí su sustancia sin dinero, O afligí el alma de sus dueños, 31:40 En lugar de trigo me nazcan abrojos, Y espinos en lugar de cebada. Aquí terminan las palabras de Job. Capítulo 32Eliú justifica su derecho de contestar a Job 32:1 Cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos.32:2 Entonces Eliú hijo de Baraquel buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira, por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios. 32:3 Asimismo se encendió en ira contra sus tres amigos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job. 32:4 Y Eliú había esperado a Job en la disputa, porque los otros eran más viejos que él. 32:5 Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, se encendió en ira. 32:6 Y respondió Eliú hijo de Baraquel buzita, y dijo: Yo soy joven, y vosotros ancianos; Por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión. 32:7 Yo decía: Los días hablarán, Y la muchedumbre de años declarará sabiduría. 32:8 Ciertamente espíritu hay en el hombre, Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda. 32:9 No son los sabios los de mucha edad, Ni los ancianos entienden el derecho. 32:10 Por tanto, yo dije: Escuchadme; Declararé yo también mi sabiduría. 32:11 He aquí yo he esperado a vuestras razones, He escuchado vuestros argumentos, En tanto que buscabais palabras. 32:12 Os he prestado atención, Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job, Y responda a sus razones. 32:13 Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría; Lo vence Dios, no el hombre. 32:14 Ahora bien, Job no dirigió contra mí sus palabras, Ni yo le responderé con vuestras razones. 32:15 Se espantaron, no respondieron más; Se les fueron los razonamientos. 32:16 Yo, pues, he esperado, pero no hablaban; Más bien callaron y no respondieron más. 32:17 Por eso yo también responderé mi parte; También yo declararé mi juicio. 32:18 Porque lleno estoy de palabras, Y me apremia el espíritu dentro de mí. 32:19 De cierto mi corazón está como el vino que no tiene respiradero, Y se rompe como odres nuevos. 32:20 Hablaré, pues, y respiraré; Abriré mis labios, y responderé. 32:21 No haré ahora acepción de personas, Ni usaré con nadie de títulos lisonjeros. 32:22 Porque no sé hablar lisonjas; De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría. Capítulo 33Eliú censura a Job 33:1 Por tanto, Job, oye ahora mis razones,Y escucha todas mis palabras. 33:2 He aquí yo abriré ahora mi boca, Y mi lengua hablará en mi garganta. 33:3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón, Y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad. 33:4 El espíritu de Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida. 33:5 Respóndeme si puedes; Ordena tus palabras, ponte en pie. 33:6 Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho; De barro fui yo también formado. 33:7 He aquí, mi terror no te espantará, Ni mi mano se agravará sobre ti. 33:8 De cierto tú dijiste a oídos míos, Y yo oí la voz de tus palabras que decían: 33:9 Yo soy limpio y sin defecto; Soy inocente, y no hay maldad en mí. 33:10 He aquí que él buscó reproches contra mí, Y me tiene por su enemigo; 33:11 Puso mis pies en el cepo, Y vigiló todas mis sendas. 33:12 He aquí, en esto no has hablado justamente; Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre. 33:13 ¿Por qué contiendes contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones. 33:14 Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende. 33:15 Por sueño, en visión nocturna, Cuando el sueño cae sobre los hombres, Cuando se adormecen sobre el lecho, 33:16 Entonces revela al oído de los hombres, Y les señala su consejo, 33:17 Para quitar al hombre de su obra, Y apartar del varón la soberbia. 33:18 Detendrá su alma del sepulcro, Y su vida de que perezca a espada. 33:19 También sobre su cama es castigado Con dolor fuerte en todos sus huesos, 33:20 Que le hace que su vida aborrezca el pan, Y su alma la comida suave. 33:21 Su carne desfallece, de manera que no se ve, Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen. 33:22 Su alma se acerca al sepulcro, Y su vida a los que causan la muerte. 33:23 Si tuviese cerca de él Algún elocuente mediador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber; 33:24 Que le diga que Dios tuvo de él misericordia, Que lo libró de descender al sepulcro, Que halló redención; 33:25 Su carne será más tierna que la del niño, Volverá a los días de su juventud. 33:26 Orará a Dios, y éste le amará, Y verá su faz con júbilo; Y restaurará al hombre su justicia. 33:27 El mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto, Y no me ha aprovechado, 33:28 Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, Y su vida se verá en luz. 33:29 He aquí, todas estas cosas hace Dios Dos y tres veces con el hombre, 33:30 Para apartar su alma del sepulcro, Y para iluminarlo con la luz de los vivientes. 33:31 Escucha, Job, y óyeme; Calla, y yo hablaré. 33:32 Si tienes razones, respóndeme; Habla, porque yo te quiero justificar. 33:33 Y si no, óyeme tú a mí; Calla, y te enseñaré sabiduría. Capítulo 34Eliú justifica a Dios 34:1 Además Eliú dijo:34:2 Oíd, sabios, mis palabras; Y vosotros, doctos, estadme atentos. 34:3 Porque el oído prueba las palabras, Como el paladar gusta lo que uno come. 34:4 Escojamos para nosotros el juicio, Conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno. 34:5 Porque Job ha dicho: Yo soy justo, Y Dios me ha quitado mi derecho. 34:6 ¿He de mentir yo contra mi razón? Dolorosa es mi herida sin haber hecho yo transgresión. 34:7 ¿Qué hombre hay como Job, Que bebe el escarnio como agua, 34:8 Y va en compañía con los que hacen iniquidad, Y anda con los hombres malos? 34:9 Porque ha dicho: De nada servirá al hombre El conformar su voluntad a Dios. 34:10 Por tanto, varones de inteligencia, oídme: Lejos esté de Dios la impiedad, Y del Omnipotente la iniquidad. 34:11 Porque él pagará al hombre según su obra, Y le retribuirá conforme a su camino. 34:12 Sí, por cierto, Dios no hará injusticia, Y el Omnipotente no pervertirá el derecho. 34:13 ¿Quién visitó por él la tierra? ¿Y quién puso en orden todo el mundo? 34:14 Si él pusiese sobre el hombre su corazón, Y recogiese así su espíritu y su aliento, 34:15 Toda carne perecería juntamente, Y el hombre volvería al polvo. 34:16 Si, pues, hay en ti entendimiento, oye esto; Escucha la voz de mis palabras. 34:17 ¿Gobernará el que aborrece juicio? ¿Y condenarás tú al que es tan justo? 34:18 ¿Se dirá al rey: Perverso; Y a los príncipes: Impíos? 34:19 ¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes. Ni respeta más al rico que al pobre, Porque todos son obra de sus manos? 34:20 En un momento morirán, Y a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán, Y sin mano será quitado el poderoso. 34:21 Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos. 34:22 No hay tinieblas ni sombra de muerte Donde se escondan los que hacen maldad. 34:23 No carga, pues, él al hombre más de lo justo, Para que vaya con Dios a juicio. 34:24 El quebrantará a los fuertes sin indagación, Y hará estar a otros en su lugar. 34:25 Por tanto, él hará notorias las obras de ellos, Cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados. 34:26 Como a malos los herirá En lugar donde sean vistos; 34:27 Por cuanto así se apartaron de él, Y no consideraron ninguno de sus caminos, 34:28 Haciendo venir delante de él el clamor del pobre, Y que oiga el clamor de los necesitados. 34:29 Si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre; 34:30 Haciendo que no reine el hombre impío Para vejaciones del pueblo. 34:31 De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más; 34:32 Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más. 34:33 ¿Ha de ser eso según tu parecer? El te retribuirá, ora rehúses, ora aceptes, y no yo; Di, si no, lo que tú sabes. 34:34 Los hombres inteligentes dirán conmigo, Y el hombre sabio que me oiga: 34:35 Que Job no habla con sabiduría, Y que sus palabras no son con entendimiento. 34:36 Deseo yo que Job sea probado ampliamente, A causa de sus respuestas semejantes a las de los hombres inicuos. 34:37 Porque a su pecado añadió rebeldía; Bate palmas contra nosotros, Y contra Dios multiplica sus palabras. Capítulo 3535:1 Prosiguió Eliú en su razonamiento, y dijo:35:2 ¿Piensas que es cosa recta lo que has dicho: Más justo soy yo que Dios? 35:3 Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacaré de ello? ¿O qué provecho tendré de no haber pecado? 35:4 Yo te responderé razones, Y a tus compañeros contigo. 35:5 Mira a los cielos, y ve, Y considera que las nubes son más altas que tú. 35:6 Si pecares, ¿qué habrás logrado contra él? Y si tus rebeliones se multiplicaren, ¿qué le harás tú? 35:7 Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿O qué recibirá de tu mano? 35:8 Al hombre como tú dañará tu impiedad, Y al hijo de hombre aprovechará tu justicia. 35:9 A causa de la multitud de las violencias claman, Y se lamentan por el poderío de los grandes. 35:10 Y ninguno dice: ¿Dónde está Dios mi Hacedor, Que da cánticos en la noche, 35:11 Que nos enseña más que a las bestias de la tierra, Y nos hace sabios más que a las aves del cielo? 35:12 Allí clamarán, y él no oirá, Por la soberbia de los malos. 35:13 Ciertamente Dios no oirá la vanidad, Ni la mirará el Omnipotente. 35:14 ¿Cuánto menos cuando dices que no haces caso de él? La causa está delante de él; por tanto, aguárdale. 35:15 Mas ahora, porque en su ira no castiga, Ni inquiere con rigor, 35:16 Por eso Job abre su boca vanamente, Y multiplica palabras sin sabiduría. Capítulo 36Eliú exalta la grandeza de Dios 36:1 Añadió Eliú y dijo:36:2 Espérame un poco, y te enseñaré; Porque todavía tengo razones en defensa de Dios. 36:3 Tomaré mi saber desde lejos, Y atribuiré justicia a mi Hacedor. 36:4 Porque de cierto no son mentira mis palabras; Contigo está el que es íntegro en sus conceptos. 36:5 He aquí que Dios es grande, pero no desestima a nadie; Es poderoso en fuerza de sabiduría. 36:6 No otorgará vida al impío, Pero a los afligidos dará su derecho. 36:7 No apartará de los justos sus ojos; Antes bien con los reyes los pondrá en trono para siempre, Y serán exaltados. 36:8 Y si estuvieren prendidos en grillos, Y aprisionados en las cuerdas de aflicción, 36:9 El les dará a conocer la obra de ellos, Y que prevalecieron sus rebeliones. 36:10 Despierta además el oído de ellos para la corrección, Y les dice que se conviertan de la iniquidad. 36:11 Si oyeren, y le sirvieren, Acabarán sus días en bienestar, Y sus años en dicha. 36:12 Pero si no oyeren, serán pasados a espada, Y perecerán sin sabiduría. 36:13 Mas los hipócritas de corazón atesoran para sí la ira, Y no clamarán cuando él los atare. 36:14 Fallecerá el alma de ellos en su juventud, Y su vida entre los sodomitas. 36:15 Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicción despertará su oído. 36:16 Asimismo te apartará de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro, Y te preparará mesa llena de grosura. 36:17 Mas tú has llenado el juicio del impío, En vez de sustentar el juicio y la justicia. 36:18 Por lo cual teme, no sea que en su ira te quite con golpe, El cual no puedas apartar de ti con gran rescate. 36:19 ¿Hará él estima de tus riquezas, del oro, O de todas las fuerzas del poder? 36:20 No anheles la noche, En que los pueblos desaparecen de su lugar. 36:21 Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad; Pues ésta escogiste más bien que la aflicción. 36:22 He aquí que Dios es excelso en su poder; ¿Qué enseñador semejante a él? 36:23 ¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Has hecho mal? 36:24 Acuérdate de engrandecer su obra, La cual contemplan los hombres. 36:25 Los hombres todos la ven; La mira el hombre de lejos. 36:26 He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos, Ni se puede seguir la huella de sus años. 36:27 El atrae las gotas de las aguas, Al transformarse el vapor en lluvia, 36:28 La cual destilan las nubes, Goteando en abundancia sobre los hombres. 36:29 ¿Quién podrá comprender la extensión de las nubes, Y el sonido estrepitoso de su morada? 36:30 He aquí que sobre él extiende su luz, Y cobija con ella las profundidades del mar. 36:31 Bien que por esos medios castiga a los pueblos, A la multitud él da sustento. 36:32 Con las nubes encubre la luz, Y le manda no brillar, interponiendo aquéllas. 36:33 El trueno declara su indignación, Y la tempestad proclama su ira contra la iniquidad. Capítulo 3737:1 Por eso también se estremece mi corazón,Y salta de su lugar. 37:2 Oíd atentamente el estrépito de su voz, Y el sonido que sale de su boca. 37:3 Debajo de todos los cielos lo dirige, Y su luz hasta los fines de la tierra. 37:4 Después de ella brama el sonido, Truena él con voz majestuosa; Y aunque sea oída su voz, no los detiene. 37:5 Truena Dios maravillosamente con su voz; El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos. 37:6 Porque a la nieve dice: Desciende a la tierra; También a la llovizna, y a los aguaceros torrenciales. 37:7 Así hace retirarse a todo hombre, Para que los hombres todos reconozcan su obra. 37:8 Las bestias entran en su escondrijo, Y se están en sus moradas. 37:9 Del sur viene el torbellino, Y el frío de los vientos del norte. 37:10 Por el soplo de Dios se da el hielo, Y las anchas aguas se congelan. 37:11 Regando también llega a disipar la densa nube, Y con su luz esparce la niebla. 37:12 Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, Para hacer sobre la faz del mundo, En la tierra, lo que él les mande. 37:13 Unas veces por azote, otras por causa de su tierra, Otras por misericordia las hará venir. 37:14 Escucha esto, Job; Detente, y considera las maravillas de Dios. 37:15 ¿Sabes tú cómo Dios las pone en concierto, Y hace resplandecer la luz de su nube? 37:16 ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, Las maravillas del Perfecto en sabiduría? 37:17 ¿Por qué están calientes tus vestidos Cuando él sosiega la tierra con el viento del sur? 37:18 ¿Extendiste tú con él los cielos, Firmes como un espejo fundido? 37:19 Muéstranos qué le hemos de decir; Porque nosotros no podemos ordenar las ideas a causa de las tinieblas. 37:20 ¿Será preciso contarle cuando yo hablare? Por más que el hombre razone, quedará como abismado. 37:21 Mas ahora ya no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, Luego que pasa el viento y los limpia, 37:22 Viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible. 37:23 El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá. 37:24 Lo temerán por tanto los hombres; El no estima a ninguno que cree en su propio corazón ser sabio. Capítulo 38YaHWéH convence a Job de su ignorancia 38:1 Entonces respondió YaHWéH a Job desde un torbellino, y dijo:38:2 ¿Quién es ése que oscurece el consejo Con palabras sin sabiduría? 38:3 Ahora ciñe como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y tú me contestarás. 38:4 ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. 38:5 ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? 38:6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, 38:7 Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los hijos de Dios? 38:8 ¿Quién encerró con puertas el mar, Cuando se derramaba saliéndose de su seno, 38:9 Cuando puse yo nubes por vestidura suya, Y por su faja oscuridad, 38:10 Y establecí sobre él mi decreto, Le puse puertas y cerrojo, 38:11 Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, Y ahí parará el orgullo de tus olas? 38:12 ¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar, 38:13 Para que ocupe los fines de la tierra, Y para que sean sacudidos de ella los impíos? 38:14 Ella muda luego de aspecto como barro bajo el sello, Y viene a estar como con vestidura; 38:15 Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, Y el brazo enaltecido es quebrantado. 38:16 ¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar, Y has andado escudriñando el abismo? 38:17 ¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte, Y has visto las puertas de la sombra de muerte? 38:18 ¿Has considerado tú hasta las anchuras de la tierra? Declara si sabes todo esto. 38:19 ¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz, Y dónde está el lugar de las tinieblas, 38:20 Para que las lleves a sus límites, Y entiendas las sendas de su casa? 38:21 ¡Tú lo sabes! Pues entonces ya habías nacido, Y es grande el número de tus días. 38:22 ¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve, O has visto los tesoros del granizo, 38:23 Que tengo reservados para el tiempo de angustia, Para el día de la guerra y de la batalla? 38:24 ¿Por qué camino se reparte la luz, Y se esparce el viento solano sobre la tierra? 38:25 ¿Quién repartió conducto al turbión, Y camino a los relámpagos y truenos, 38:26 Haciendo llover sobre la tierra deshabitada, Sobre el desierto, donde no hay hombre, 38:27 Para saciar la tierra desierta e inculta, Y para hacer brotar la tierna hierba? 38:28 ¿Tiene la lluvia padre? ¿O quién engendró las gotas del rocío? 38:29 ¿De qué vientre salió el hielo? Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró? 38:30 Las aguas se endurecen a manera de piedra, Y se congela la faz del abismo. 38:31 ¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades, O desatarás las ligaduras de Orión? 38:32 ¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos, O guiarás a la Osa Mayor con sus hijos? 38:33 ¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra? 38:34 ¿Alzarás tú a las nubes tu voz, Para que te cubra muchedumbre de aguas? 38:35 ¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos aquí? 38:36 ¿Quién puso la sabiduría en el corazón? ¿O quién dio al espíritu inteligencia? 38:37 ¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? Y los odres de los cielos, ¿quién los hace inclinar, 38:38 Cuando el polvo se ha convertido en dureza, Y los terrones se han pegado unos con otros? 38:39 ¿Cazarás tú la presa para el león? ¿Saciarás el hambre de los leoncillos, 38:40 Cuando están echados en las cuevas, O se están en sus guaridas para acechar? 38:41 ¿Quién prepara al cuervo su alimento, Cuando sus polluelos claman a Dios, Y andan errantes por falta de comida? Capítulo 3939:1 ¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses?¿O miraste tú las ciervas cuando están pariendo? 39:2 ¿Contaste tú los meses de su preñez, Y sabes el tiempo cuando han de parir? 39:3 Se encorvan, hacen salir sus hijos, Pasan sus dolores. 39:4 Sus hijos se fortalecen, crecen con el pasto; Salen, y no vuelven a ellas. 39:5 ¿Quién echó libre al asno montés, Y quién soltó sus ataduras? 39:6 Al cual yo puse casa en la soledad, Y sus moradas en lugares estériles. 39:7 Se burla de la multitud de la ciudad; No oye las voces del arriero. 39:8 Lo oculto de los montes es su pasto, Y anda buscando toda cosa verde. 39:9 ¿Querrá el búfalo servirte a ti, O quedar en tu pesebre? 39:10 ¿Atarás tú al búfalo con coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti? 39:11 ¿Confiarás tú en él, por ser grande su fuerza, Y le fiarás tu labor? 39:12 ¿Fiarás de él para que recoja tu semilla, Y la junte en tu era? 39:13 ¿Diste tú hermosas alas al pavo real, o alas y plumas al avestruz? 39:14 El cual desampara en la tierra sus huevos, Y sobre el polvo los calienta, 39:15 Y olvida que el pie los puede pisar, Y que puede quebrarlos la bestia del campo. 39:16 Se endurece para con sus hijos, como si no fuesen suyos, No temiendo que su trabajo haya sido en vano; 39:17 Porque le privó Dios de sabiduría, Y no le dio inteligencia. 39:18 Luego que se levanta en alto, Se burla del caballo y de su jinete. 39:19 ¿Diste tú al caballo la fuerza? ¿Vestiste tú su cuello de crines ondulantes? 39:20 ¿Le intimidarás tú como a langosta? El resoplido de su nariz es formidable. 39:21 Escarba la tierra, se alegra en su fuerza, Sale al encuentro de las armas; 39:22 Hace burla del espanto, y no teme, Ni vuelve el rostro delante de la espada. 39:23 Contra él suenan la aljaba, El hierro de la lanza y de la jabalina; 39:24 Y él con ímpetu y furor escarba la tierra, Sin importarle el sonido de la trompeta; 39:25 Antes como que dice entre los clarines: ¡Ea! Y desde lejos huele la batalla, El grito de los capitanes, y el vocerío. 39:26 ¿Vuela el gavilán por tu sabiduría, Y extiende hacia el sur sus alas? 39:27 ¿Se remonta el águila por tu mandamiento, Y pone en alto su nido? 39:28 Ella habita y mora en la peña, En la cumbre del peñasco y de la roca. 39:29 Desde allí acecha la presa; Sus ojos observan de muy lejos. 39:30 Sus polluelos chupan la sangre; Y donde hubiere cadáveres, allí está ella. Capítulo 4040:1 Además respondió YaHWéH a Job, y dijo:40:2 ¿Es sabiduría contender con el Omnipotente? El que disputa con Dios, responda a esto. 40:3 Entonces respondió Job a YaHWéH , y dijo: 40:4 He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé? Mi mano pongo sobre mi boca. 40:5 Una vez hablé, mas no responderé; Aun dos veces, mas no volveré a hablar. Manifestaciones del poder de Dios 40:6 Respondió YaHWéH a Job desde el torbellino, y dijo:
Capítulo 4141:1 ¿Sacarás tú al leviatáncon anzuelo,O con cuerda que le eches en su lengua? 41:2 ¿Pondrás tú soga en sus narices, Y horadarás con garfio su quijada? 41:3 ¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas? 41:4 ¿Hará pacto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo? 41:5 ¿Jugarás con él como con pájaro, O lo atarás para tus niñas? 41:6 ¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Lo repartirán entre los mercaderes? 41:7 ¿Cortarás tú con cuchillo su piel, O con arpón de pescadores su cabeza? 41:8 Pon tu mano sobre él; Te acordarás de la batalla, y nunca más volverás. 41:9 He aquí que la esperanza acerca de él será burlada, Porque aun a su sola vista se desmayarán. 41:10 Nadie hay tan osado que lo despierte; ¿Quién, pues, podrá estar delante de mí? 41:11 ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío. 41:12 No guardaré silencio sobre sus miembros, Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición. 41:13 ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se acercará a él con su freno doble? 41:14 ¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Las hileras de sus dientes espantan. 41:15 La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente. 41:16 El uno se junta con el otro, Que viento no entra entre ellos. 41:17 Pegado está el uno con el otro; Están trabados entre sí, que no se pueden apartar. 41:18 Con sus estornudos enciende lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba. 41:19 De su boca salen hachones de fuego; Centellas de fuego proceden. 41:20 De sus narices sale humo, Como de una olla o caldero que hierve. 41:21 Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama. 41:22 En su cerviz está la fuerza, Y delante de él se esparce el desaliento. 41:23 Las partes más flojas de su carne están endurecidas; Están en él firmes, y no se mueven. 41:24 Su corazón es firme como una piedra, Y fuerte como la muela de abajo. 41:25 De su grandeza tienen temor los fuertes, Y a causa de su desfallecimiento hacen por purificarse. 41:26 Cuando alguno lo alcanzare, Ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete durará. 41:27 Estima como paja el hierro, Y el bronce como leño podrido. 41:28 Saeta no le hace huir; Las piedras de honda le son como paja. 41:29 Tiene toda arma por hojarasca, Y del blandir de la jabalina se burla. 41:30 Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo. 41:31 Hace hervir como una olla el mar profundo, Y lo vuelve como una olla de ungüento. 41:32 En pos de sí hace resplandecer la senda, Que parece que el abismo es cano. 41:33 No hay sobre la tierra quien se le parezca; Animal hecho exento de temor. 41:34 Menosprecia toda cosa alta; Es rey sobre todos los soberbios. Capítulo 42Confesión y justificación de Job 42:1 Respondió Job a YaHWéH , y dijo:42:2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. 42:3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 42:4 Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 42:5 De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 42:6 Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza. 42:7 Y aconteció que después que habló YaHWéH estas palabras a Job, YaHWéH dijo a Elifaz temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros; porque no habéis hablado de mí lo recto, como mi siervo Job. 42:8 Ahora, pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job. 42:9 Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Zofar naamatita, e hicieron como YaHWéH les dijo; y YaHWéH aceptó la oración de Job. Restauración de la prosperidad de Job 42:10 Y quitó YaHWéH la aflicción de Job, cuando
él hubo orado por sus amigos; y aumentó al doble todas las
cosas que habían sido de Job.
|
Volver arriba é
Job (15-28)
Principal
Salmos Libro I