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Capítulo 1
Moisés recuerda a Israel las promesas de YaHWéH
en Horeb
1:1 Estas son las palabras que habló Moisés a todo Israel
a este lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente
al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab.
1:2 Once jornadas hay desde Horeb, camino del monte de Seir, hasta
Cades-barnea.
1:3 Y aconteció que a los cuarenta años, en el mes undécimo,
el primero del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme
a todas las cosas que YaHWéH le había mandado acerca de ellos,
1:4 después que derrotó a Sehón rey de los amorreos,
el cual habitaba en Hesbón, y a Og rey de Basán
que habitaba en Astarot en Edrei.
1:5 De este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió
Moisés declarar esta ley, diciendo:
1:6 YaHWéH nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo:
Habéis estado bastante tiempo en este monte.
1:7 Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el
Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa
del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río,
el río Eufrates.
1:8 Mirad, yo os he entregado la tierra; entrad y poseed la tierra
que YaHWéH juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob,
que les daría a ellos y a su descendencia después de ellos.
Nombramiento de jueces
(Ex. 18.13-27)
1:9 En aquel tiempo yo os hablé diciendo: Yo solo no puedo llevaros.
1:10 YaHWéH vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí
hoy vosotros sois como las estrellas del cielo en multitud.
1:11 ¡YaHWéH Dios de vuestros padres os haga mil veces
más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!
1:12 ¿Cómo llevaré yo solo vuestras molestias,
vuestras cargas y vuestros pleitos?
1:13 Dadme de entre vosotros, de vuestras tribus, varones sabios y
entendidos y expertos, para que yo los ponga por vuestros jefes.
1:14 Y me respondisteis y dijisteis: Bueno es hacer lo que has dicho.
1:15 Y tomé a los principales de vuestras tribus, varones sabios
y expertos, y los puse por jefes sobre vosotros, jefes de millares, de
centenas, de cincuenta y de diez, y gobernadores de vuestras tribus.
1:16 Y entonces mandé a vuestros jueces, diciendo: Oíd
entre vuestros hermanos, y juzgad justamente entre el hombre y su hermano,
y el extranjero.
1:17 No hagáis distinción de persona en el juicio; así
al pequeño como al grande oiréis; no tendréis temor
de ninguno, porque el juicio es de Dios; y la causa que os fuere difícil,
la traeréis a mí, y yo la oiré.
1:18 Os mandé, pues, en aquel tiempo, todo lo que habíais
de hacer.
Misión de los doce espías
(Nm. 13.1-33)
1:19 Y salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto
que habéis visto, por el camino del monte del amorreo, como YaHWéH
nuestro Dios nos lo mandó; y llegamos hasta Cades- barnea.
1:20 Entonces os dije: Habéis llegado al monte del amorreo,
el cual YaHWéH nuestro Dios nos da.
1:21 Mira, YaHWéH tu Dios te ha entregado la tierra; sube y
toma posesión de ella, como YaHWéH el Dios de tus padres
te ha dicho; no temas ni desmayes.
1:22 Y vinisteis a mí todos vosotros, y dijisteis: Enviemos
varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso
nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las
ciudades adonde hemos de llegar.
1:23 Y el dicho me pareció bien; y tomé doce varones
de entre vosotros, un varón por cada tribu.
1:24 Y se encaminaron, y subieron al monte, y llegaron hasta el valle
de Escol, y reconocieron la tierra.
1:25 Y tomaron en sus manos del fruto del país, y nos lo trajeron,
y nos dieron cuenta, y dijeron: Es buena la tierra que YaHWéH nuestro
Dios nos da.
1:26 Sin embargo, no quisisteis subir, antes fuisteis rebeldes al mandato
de YaHWéH vuestro Dios;
1:27 y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: Porque YaHWéH
nos aborrece, nos ha sacado de tierra de Egipto, para entregarnos en manos
del amorreo para destruirnos.
1:28 ¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado
nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto
que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también
vimos allí a los hijos de Anac.
1:29 Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de
ellos.
1:30 YaHWéH vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él
peleará por vosotros, conforme a todas las cosas que hizo por vosotros
en Egipto delante de vuestros ojos.
1:31 Y en el desierto
has visto que YaHWéH tu Dios te ha traído, como trae el hombre
a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a
este lugar.
1:32 Y aun con esto no creísteis a YaHWéH vuestro Dios,
1:33 quien iba delante de vosotros por el camino para reconoceros el
lugar donde habíais de acampar, con fuego de noche para mostraros
el camino por donde anduvieseis, y con nube de día.
Dios castiga a Israel
(Nm. 14.20-35)
1:34 Y oyó YaHWéH la voz de vuestras palabras, y se enojó,
y juró diciendo:
1:35 No verá hombre alguno de estos, de esta mala generación,
la buena tierra que juré que había de dar a vuestros padres,
1:36 excepto Caleb hijo de Jefone; él la verá, y a él
le daré la tierra que pisó, y a sus hijos; porque ha seguido
fielmente a YaHWéH .
1:37 También contra mí se airó YaHWéH por
vosotros, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá.
1:38 Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará
allá; anímale, porque él la hará heredar a
Israel.
1:39 Y vuestros niños, de los cuales dijisteis que servirían
de botín, y vuestros hijos que no saben hoy lo bueno ni lo malo,
ellos entrarán allá, y a ellos la daré, y ellos la
heredarán.
1:40 Pero vosotros volveos e id al desierto, camino del Mar Rojo.
La derrota en Horma
(Nm. 14.39-45)
1:1:41 Entonces respondisteis y me dijisteis: Hemos pecado contra YaHWéH ;
nosotros subiremos y pelearemos, conforme a todo lo que YaHWéH nuestro
Dios nos ha mandado. Y os armasteis cada uno con sus armas de guerra, y
os preparasteis para subir al monte.
1:42 Y YaHWéH me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis,
pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros
enemigos.
1:43 Y os hablé, y no disteis oído; antes fuisteis rebeldes
al mandato de YaHWéH , y persistiendo con altivez subisteis al monte.
1:44 Pero salió a vuestro encuentro el amorreo, que habitaba
en aquel monte, y os persiguieron como hacen las avispas, y os derrotaron
en Seir, hasta Horma.
1:45 Y volvisteis y llorasteis delante de YaHWéH , pero YaHWéH
no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído.
1:46 Y estuvisteis en Cades por muchos días, los días
que habéis estado allí.
Capítulo 2
Los años en el desierto
2:1 Luego volvimos y salimos al desierto, camino del Mar Rojo, como YaHWéH
me había dicho; y rodeamos el monte de Seir
por mucho tiempo.
2:2 Y YaHWéH me habló, diciendo:
2:3 Bastante habéis rodeado este monte; volveos al norte.
2:4 Y manda al pueblo, diciendo: Pasando vosotros por el territorio
de vuestros hermanos los hijos de Esaú,
que habitan en Seir, ellos tendrán miedo de vosotros; mas vosotros
guardaos mucho.
2:5 No os metáis con ellos, porque no os daré de su tierra
ni aun lo que cubre la planta de un pie; porque yo he dado por heredad
a Esaú el monte de Seir.
2:6 Compraréis de ellos por dinero los alimentos, y comeréis;
y también compraréis de ellos el agua, y beberéis;
2:7 pues YaHWéH tu Dios te ha bendecido en toda obra de tus
manos; él sabe que andas por este gran desierto; estos cuarenta
años YaHWéH tu Dios ha estado contigo, y nada te ha faltado.
2:8 Y nos alejamos del territorio de nuestros hermanos los hijos de
Esaú, que habitaban en Seir, por el camino del Arabá desde
Elat y Ezión-geber; y volvimos, y tomamos el camino del desierto
de Moab.
2:9 Y YaHWéH me dijo: No molestes a Moab,
ni te empeñes con ellos en guerra, porque no te daré posesión
de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot.
2:10 (Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso,
y alto como los hijos de Anac.
2:11 Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos
de Anac; y los moabitas los llaman emitas.
2:12 Y en Seir habitaron antes los horeos, a los cuales echaron los
hijos de Esaú; y los arrojaron de su presencia, y habitaron en lugar
de ellos, como hizo Israel en la tierra que les dio YaHWéH por posesión.)
2:13 Levantaos ahora, y pasad el arroyo de Zered. Y pasamos el arroyo
de Zered.
2:14 Y los días que anduvimos de Cades-barnea hasta cuando pasamos
el arroyo de Zered fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó
toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento,
como YaHWéH les había jurado.
2:15 Y también la mano de YaHWéH vino sobre ellos para
destruirlos de en medio del campamento, hasta acabarlos.
2:16 Y aconteció que después que murieron todos los hombres
de guerra de entre el pueblo,
2:17 YaHWéH me habló, diciendo:
2:18 Tú pasarás hoy el territorio de Moab, a Ar.
2:19 Y cuando te acerques a los hijos de Amón,
no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión
de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he
dado por heredad.
2:20 (Por tierra de gigantes fue también ella tenida; habitaron
en ella gigantes en otro tiempo, a los cuales los amonitas llamaban zomzomeos;
2:21 pueblo grande y numeroso, y alto, como los hijos de Anac; a los
cuales YaHWéH destruyó delante de los amonitas. Estos sucedieron
a aquéllos, y habitaron en su lugar,
2:22 como hizo YaHWéH con los hijos de Esaú que habitaban
en Seir, delante de los cuales destruyó a los horeos; y ellos sucedieron
a éstos, y habitaron en su lugar hasta hoy.
2:23 Y a los aveos que habitaban en aldeas hasta Gaza, los caftoreos
que salieron de Caftor los destruyeron, y habitaron en su lugar.)
2:24 Levantaos, salid, y pasad el arroyo de Arnón; he aquí
he entregado en tu mano a Sehón rey de Hesbón, amorreo, y
a su tierra; comienza a tomar posesión de ella, y entra en guerra
con él.
2:25 Hoy comenzaré a poner tu temor y tu espanto sobre los pueblos
debajo de todo el cielo, los cuales oirán tu fama, y temblarán
y se angustiarán delante de ti.
Israel derrota a Sehón
(Nm. 21.21-30)
2:26 Y envié mensajeros desde el desierto de Cademot a Sehón
rey de Hesbón con palabras de paz, diciendo:
2:27 Pasaré por tu tierra por el camino; por el camino iré,
sin apartarme ni a diestra ni a siniestra.
2:28 La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua
también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré
a pie,
2:29 como lo hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitaban
en Seir, y los moabitas que habitaban en Ar; hasta que cruce el Jordán
a la tierra que nos da YaHWéH nuestro Dios.
2:30 Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos
por el territorio suyo; porque YaHWéH tu Dios había endurecido
su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu
mano, como hasta hoy.
2:31 Y me dijo YaHWéH : He aquí yo he comenzado a entregar
delante de ti a Sehón y a su tierra; comienza a tomar posesión
de ella para que la heredes.
2:32 Y nos salió Sehón al encuentro, él y todo
su pueblo, para pelear en Jahaza.
2:33 Mas YaHWéH nuestro Dios lo entregó delante de nosotros;
y lo derrotamos a él y a sus hijos, y a todo su pueblo.
2:34 Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruimos todas las ciudades,
hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno.
2:35 Solamente tomamos para nosotros los ganados, y los despojos de
las ciudades que habíamos tomado.
2:36 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón,
y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad que
escapase de nosotros; todas las entregó YaHWéH nuestro Dios
en nuestro poder.
2:37 Solamente a la tierra de los hijos de Amón no llegamos;
ni a todo lo que está a la orilla del arroyo de Jaboc ni a las ciudades
del monte, ni a lugar alguno que YaHWéH nuestro Dios había
prohibido.
Capítulo 3
Israel derrota a Og rey de Basán
(Nm. 21.31-35)
3:1 Volvimos, pues, y subimos camino de Basán, y nos salió
al encuentro Og rey de Basán para pelear, él y todo su pueblo,
en Edrei.
3:2 Y me dijo YaHWéH : No tengas temor de él, porque en
tu mano he entregdo a él y a todo su pueblo, con su tierra; y harás
con él como hiciste con Sehón rey amorreo, que habitaba en
Hesbón.
3:3 Y YaHWéH nuestro Dios entregó también en nuestra
mano a Og rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta
acabar con todos.
3:4 Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que
no les tomásemos; sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del
reino de Og en Basán.
3:5 Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas
y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro.
3:6 Y las destruimos, como hicimos a Sehón rey de Hesbón,
matando en toda ciudad a hombres, mujeres y niños.
3:7 Y tomamos para nosotros todo el ganado, y los despojos de las ciudades.
3:8 También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo
de Arnón hasta el monte de Hermón, de manos de los dos reyes
amorreos que estaban a este lado del Jordán.
3:9 (Los sidonios llaman a Hermón, Sirión; y los amorreos,
Senir.)
3:10 Todas las ciudades de la llanura, y todo Galaad, y todo Basán
hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán.
3:11 Porque únicamente Og rey de Basán había quedado
del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está
en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve
codos,
y su anchura de cuatro codos, según el codo de un hombre.
Rubén, Gad y la media tribu de Manasés se establecen al
oriente del Jordán
(Nm. 32.1-42)
3:12 Y esta tierra que heredamos en aquel tiempo, desde Aroer, que está
junto al arroyo de Arnón, y la mitad del monte de Galaad con sus
ciudades, la di a los rubenitas y a los gaditas;
3:13 y el resto de Galaad, y todo Basán, del reino de Og, toda
la tierra de Argob, que se llamaba la tierra de los gigantes, lo di a la
media tribu de Manasés.
3:14 Jair hijo de Manasés tomó toda la tierra de Argob
hasta el límite con Gesur y Maaca, y la llamó por su nombre,
Basán- havot-jair, hasta hoy.
3:15 Y Galaad se lo di a Maquir.
3:16 Y a los rubenitas y gaditas les di de Galaad hasta el arroyo de
Arnón, teniendo por límite el medio del valle, hasta el arroyo
de Jaboc, el cual es límite de los hijos de Amón;
3:17 también el Arabá, con el Jordán como límite
desde Cineret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al pie de las
laderas del Pisga al oriente.
3:18 Y os mandé entonces, diciendo: YaHWéH vuestro Dios
os ha dado esta tierra por heredad; pero iréis armados todos los
valientes delante de vuestros hermanos los hijos de Israel.
3:19 Solamente vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestros ganados
(yo sé que tenéis mucho ganado), quedarán en las ciudades
que os he dado,
3:20 hasta que YaHWéH dé reposo a vuestros hermanos,
así como a vosotros, y hereden ellos también la tierra que
YaHWéH vuestro Dios les da al otro lado del Jordán; entonces
os volveréis cada uno a la heredad que yo os he dado.
3:21 Ordené también a Josué en aquel tiempo, diciendo:
Tus ojos vieron todo lo que YaHWéH vuestro Dios ha hecho a aquellos
dos reyes; así hará YaHWéH a todos los reinos a los
cuales pasarás tú.
3:22 No los temáis; porque YaHWéH vuestro Dios, él
es el que pelea por vosotros.
No se le permite a Moisés entrar a Canaán
3:23 Y oré a YaHWéH en aquel tiempo, diciendo:
3:24 Señor YaHWéH , tú has comenzado a mostrar
a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué
dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las
tuyas?
3:25 Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está
más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano.
3:26 Pero YaHWéH se había enojado contra mí a
causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo YaHWéH :
Basta, no me hables más de este asunto.
3:27 Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte,
y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás
el Jordán.
3:28 Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo;
porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará
heredar la tierra que verás.
3:29 Y paramos en el valle delante de Bet-peor.
Capítulo 4
Moisés exhorta a la obediencia
4:1 Ahora, pues, oh Israel, oye los estatutos y decretos que yo os enseño,
para que los ejecutéis, y viváis, y entréis y poseáis
la tierra que YaHWéH el Dios de vuestros padres os da.
4:2 No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuiréis
de ella,
para que guardéis los mandamientos de YaHWéH vuestro Dios
que yo os ordene.
4:3 Vuestros ojos vieron lo que hizo YaHWéH con motivo de Baal-
peor; que a todo hombre que fue en pos de Baal-peor destruyó YaHWéH
tu Dios de en medio de ti.
4:4 Mas vosotros que seguisteis a YaHWéH vuestro Dios, todos
estáis vivos hoy.
4:5 Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos, como YaHWéH
mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de
la tierra en la cual entráis para tomar posesión de ella.
4:6 Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría
y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán
todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido,
nación grande es esta.
4:7 Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses
tan cercanos a ellos como lo está YaHWéH nuestro Dios en
todo cuanto le pedimos?
4:8 Y ¿qué nación grande hay que tenga estatutos
y juicios justos como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?
La experiencia de Israel en Horeb
4:9 Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para
que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de
tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás
a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
4:10 El día que estuviste delante de YaHWéH tu Dios en
Horeb, cuando YaHWéH me dijo: Reúneme el pueblo, para que
yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para
temerme todos los días que vivieren sobre la tierra, y las enseñarán
a sus hijos;
4:11 y os acercasteis y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía
en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube y oscuridad;
4:12 y habló YaHWéH con vosotros de en medio del fuego;
oísteis la voz de sus palabras, mas a excepción de oír
la voz, ninguna figura visteis.
4:13 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó
poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas
de piedra.
4:14 A mí también me mandó YaHWéH en aquel
tiempo que os enseñase los estatutos y juicios,
para que los pusieseis por obra en la tierra a la cual pasáis a
tomar posesión de ella.
Advertencia contra la idolatría
4:15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis
el día que YaHWéH habló con vosotros de en medio del
fuego;
4:16 para que no os corrompáis y hagáis para vosotros
escultura,imagen
de figura alguna, efigie de varón o hembra,
4:17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de
ave alguna alada que vuele por el aire,
4:18 figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra,
figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.
4:19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna
y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y
te inclines a ellos y les sirvas; porque YaHWéH tu Dios los ha concedido
a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
4:20 Pero a vosotros YaHWéH os tomó, y os ha sacado del
horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad
como en este día.
4:21 Y YaHWéH se enojó contra mí por causa de
vosotros, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría
en la buena tierra que YaHWéH tu Dios te da por heredad.
4:22 Así que yo voy a morir en esta tierra, y no pasaré
el Jordán; mas vosotros pasaréis, y poseeréis aquella
buena tierra.
4:23 Guardaos, no os olvidéis del pacto de YaHWéH vuestro
Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis
escultura o imagen de ninguna cosa que YaHWéH tu Dios te ha prohibido.
4:24 Porque YaHWéH tu Dios es fuego consumidor,
Dios celoso.
4:25 Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis
envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen
de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de YaHWéH vuestro
Dios, para enojarlo;
4:26 yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis
totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para
tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días
sin que seáis destruidos.
4:27 Y YaHWéH os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis
pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará
YaHWéH .
4:28 Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres,
de madera y piedra,
que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.
4:29 Mas si desde allí buscares a YaHWéH tu Dios, lo
hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu
alma.
4:30 Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas,
si en los postreros días te volvieres a YaHWéH tu Dios, y
oyeres su voz;
4:31 porque Dios misericordioso es YaHWéH tu Dios; no te dejará,
ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró
a tus padres.
4:32 Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes
de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra,
si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta
gran cosa, o se haya oído otra como ella.
4:33 ¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando
de en medio del fuego, como tú la has oído, sin perecer?
4:34 ¿O ha intentado Dios venir a tomar para sí una nación
de en medio de otra nación, con pruebas, con señales, con
milagros y con guerra, y mano poderosa y brazo extendido, y hechos aterradores
como todo lo que hizo con vosotros YaHWéH vuestro Dios en Egipto
ante tus ojos?
4:35 A ti te fue mostrado, para que supieses que YaHWéH es Dios,
y no hay otro fuera de él.
4:36 Desde los cielos te hizo oír su voz, para enseñarte;
y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y has oído sus
palabras de en medio del fuego.
4:37 Y por cuanto él amó a tus padres, escogió
a su descendencia después de ellos, y te sacó de Egipto con
su presencia y con su gran poder,
4:38 para echar de delante de tu presencia naciones grandes y más
fuertes que tú, y para introducirte y darte su tierra por heredad,
como hoy.
4:39 Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que YaHWéH
es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.
4:40 Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, los cuales yo te mando
hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues
tus días sobre la tierra que YaHWéH tu Dios te da para siempre.
Las ciudades de refugio al oriente del Jordán
4:41 Entonces apartó Moisés tres ciudades a este lado
del Jordán al nacimiento del sol,
4:42 para que huyese allí el homicida que matase a su prójimo
sin intención, sin haber tenido enemistad con él nunca antes;
y que huyendo a una de estas ciudades salvase su vida:
4:43 Beser en el desierto, en tierra de la llanura, para los rubenitas;
Ramot en Galaad para los gaditas, y Golán en Basán para los
de Manasés.
Moisés recapitula la promulgación de la ley
4:44 Esta, pues, es la ley que Moisés puso delante de los hijos
de Israel.
4:45 Estos son los testimonios, los estatutos y los decretos que habló
Moisés a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto;
4:46 a este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor,
en la tierra de Sehón rey de los amorreos que habitaba en Hesbón,
al cual derrotó Moisés con los hijos de Israel, cuando salieron
de Egipto;
4:47 y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán;
dos reyes de los amorreos que estaban de este lado del Jordán, al
oriente.
4:48 Desde Aroer, que está junto a la ribera del arroyo de Arnón,
hasta el monte de Sion, que es Hermón;
4:49 y todo el Arabá de este lado del Jordán, al oriente,
hasta el mar del Arabá, al pie de las laderas del Pisga.
Capítulo 5
Los Diez Mandamientos
(Ex. 20.1-17)
5:1 Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los
estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos,
y guardadlos, para ponerlos por obra.
5:2 YaHWéH nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb.
5:3 No con nuestros padres hizo YaHWéH este pacto, sino con
nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos.
5:4 Cara a cara habló YaHWéH con vosotros en el monte
de en medio del fuego.
5:5 Yo estaba entonces entre YaHWéH y vosotros, para declararos
la palabra de YaHWéH ; porque vosotros tuvisteis temor del fuego,
y no subisteis al monte. Dijo:
5:6 Yo soy YaHWéH tu Dios, que te saqué de tierra de
Egipto, de casa de servidumbre.
5:7 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
5:8 No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que
está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra.
5:9 No te inclinarás a ellas ni las servirás;
porque yo soy YaHWéH tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad
de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación
de los que me aborrecen,
5:10 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan
mis mandamientos.
5:11 No tomarás el nombre de YaHWéH tu Dios en vano;
porque YaHWéH no dará por inocente al que tome su nombre
en vano.
5:12 Guardarás el día de reposo para santificarlo, como
YaHWéH tu Dios te ha mandado.
5:13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
5:14 mas el séptimo día es reposo a YaHWéH tu
Dios; ninguna obra harás tú,ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno,
ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de
tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú.
5:15 Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que
YaHWéH tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo
extendido; por lo cual YaHWéH tu Dios te ha mandado que guardes
el día de reposo.
5:16 Honra a tu padre y a tu madre,como
YaHWéH tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días,
y para que te vaya bien sobre la tierra que YaHWéH tu Dios te da.
5:17 No matarás.
5:18 No cometerás adulterio.
5:19 No hurtarás.
5:20 No dirás falso testimonio contra tu prójimo.
5:21 No codiciarás la
mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo,
ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa
alguna de tu prójimo.
El terror del pueblo
(Ex. 20.18-26)
5:22 Estas palabras habló YaHWéH a toda vuestra congregación
en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran
voz; y no añadió más. Y las escribió en dos
tablas de piedra, las cuales me dio a mí.
5:23 Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de
en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego,
vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y
vuestros ancianos,
5:24 y dijisteis: He aquí YaHWéH nuestro Dios nos ha
mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio
del fuego; hoy hemos visto que YaHWéH habla al hombre, y éste
aún vive.
5:25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este
gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de
YaHWéH nuestro Dios, moriremos.
5:26 Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del
Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos,
y aún viva?
5:27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere YaHWéH
nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que YaHWéH nuestro
Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.
5:28 Y oyó YaHWéH la voz de vuestras palabras cuando
me hablabais, y me dijo YaHWéH : He oído la voz de las palabras
de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que
han dicho.
5:29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que
me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para
que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
5:30 Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas.
5:31 Y tú quédate aquí conmigo, y te diré
todos los mandamientos y estatutos y decretos que les enseñarás,
a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por
posesión.
5:32 Mirad, pues, que hagáis como YaHWéH vuestro Dios
os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra.
5:33 Andad en todo el camino que YaHWéH vuestro Dios os ha mandado,
para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días
en la tierra que habéis de poseer.
Capítulo 6
El gran mandamiento
6:1 Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que YaHWéH
vuestro Dios mandó que os enseñase, para que los pongáis
por obra en la tierra a la cual pasáis vosotros para tomarla;
6:2 para que temas a YaHWéH tu Dios, guardando todos sus estatutos
y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu
hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados.
6:3 Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te
vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis,
como te ha dicho YaHWéH el Dios de tus padres.
6:4 Oye, Israel: YaHWéH nuestro Dios, YaHWéH uno es.
6:5 Y amarás a YaHWéH tu Dios de todo tu corazón,
y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
6:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
6:7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes.
6:8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán
como frontales entre tus ojos;
6:9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
Exhortaciones a la obediencia
6:10 Cuando YaHWéH tu Dios te haya introducido en la tierra que
juró a tus padres Abraham,
Isaac
y Jacob
que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,
6:11 y casas llenas de todo bien, que tú no llenaste, y cisternas
cavadas que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste,
y luego que comas y te sacies,
6:12 cuídate de no olvidarte de YaHWéH , que te sacó
de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
6:13 A YaHWéH tu Dios temerás, y a él solo servirás,
y por su nombre jurarás.
6:14 No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los
pueblos que están en vuestros contornos;
6:15 porque el Dios celoso, YaHWéH tu Dios, en medio de ti está;
para que no se inflame el furor de YaHWéH tu Dios contra ti, y te
destruya de sobre la tierra.
6:16 No tentaréis a YaHWéH vuestro Dios,como
lo tentasteis en Masah.
6:17 Guardad cuidadosamente los mandamientos de YaHWéH vuestro
Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado.
6:18 Y haz lo recto y bueno ante los ojos de YaHWéH , para que
te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que YaHWéH juró
a tus padres;
6:19 para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como
YaHWéH ha dicho.
6:20 Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué
significan los testimonios y estatutos y decretos que YaHWéH nuestro
Dios os mandó?
6:21 entonces dirás a tu hijo: Nosotros éramos siervos
de Faraón en Egipto, y YaHWéH nos sacó de Egipto con
mano poderosa.
6:22 YaHWéH hizo señales y milagros grandes y terribles
en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros
ojos;
6:23 y nos sacó de allá, para traernos y darnos la tierra
que juró a nuestros padres.
6:24 Y nos mandó YaHWéH que cumplamos todos estos estatutos,
y que temamos a YaHWéH nuestro Dios, para que nos vaya bien todos
los días, y para que nos conserve la vida, como hasta hoy.
6:25 Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos
mandamientos delante de YaHWéH nuestro Dios, como él nos
ha mandado.
Capítulo 7
Advertencias contra la idolatría de Canaán
(Ex. 34.11-17)
7:1 Cuando YaHWéH tu Dios te haya introducido en la tierra en la
cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a muchas
naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al
heveo y al jebuseo, siete naciones
mayores y más poderosas que tú,
7:2 y YaHWéH tu Dios las haya entregado delante de ti, y las
hayas derrotado, las destruirás del todo; no harás con ellas
alianza, ni tendrás de ellas misericordia.
7:3 Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su
hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo.
7:4 Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán
a dioses ajenos; y el furor de YaHWéH se encenderá sobre
vosotros, y te destruirá pronto.
7:5 Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis,
y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes
de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego.
Un pueblo santo para YaHWéH
7:6 Porque tú eres pueblo santo para YaHWéH tu Dios; YaHWéH
tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial,más
que todos los pueblos que están sobre la tierra.
7:7 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido
YaHWéH y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante
de todos los pueblos;
7:8 sino por cuanto YaHWéH os amó, y quiso guardar el
juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado YaHWéH
con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón
rey de Egipto.
7:9 Conoce, pues, que YaHWéH tu Dios es Dios, Dios fiel, que
guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos,
hasta mil generaciones;
7:10 y que da el pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo;
y no se demora con el que le odia, en persona le dará el pago.
7:11 Guarda, por tanto, los mandamientos, estatutos y decretos que
yo te mando hoy que cumplas.
Bendiciones de la obediencia
(Lv. 26.3-13; Dt.
28.1-14)
7:12 Y por haber oído estos decretos y haberlos guardado y puesto
por obra, YaHWéH tu Dios guardará contigo el pacto y la misericordia
que juró a tus padres.
7:13 Y te amará, te bendecirá y te multiplicará,
y bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano,
tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas, y los rebaños
de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.
7:14 Bendito serás más que todos los pueblos; no habrá
en ti varón ni hembra estéril, ni en tus ganados.
7:15 Y quitará YaHWéH de ti toda enfermedad; y todas
las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá
sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
7:16 Y consumirás a todos los pueblos que te da YaHWéH
tu Dios; no los perdonará tu ojo, ni servirás a sus dioses,
porque te será tropiezo.
7:17 Si dijeres en tu corazón: Estas naciones son mucho más
numerosas que yo; ¿cómo las podré exterminar?
7:18 no tengas temor de ellas; acuérdate bien de lo que hizo
YaHWéH tu Dios con Faraón y con todo Egipto;
7:19 de las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales
y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que YaHWéH
tu Dios te sacó; así hará YaHWéH tu Dios con
todos los pueblos de cuya presencia tú temieres.
7:20 También enviará YaHWéH tu Dios avispas sobre
ellos, hasta que perezcan los que quedaren y los que se hubieren escondido
de delante de ti.
7:21 No desmayes delante de ellos, porque YaHWéH tu Dios está
en medio de ti, Dios grande y temible.
7:22 Y YaHWéH tu Dios echará a estas naciones de delante
de ti poco a poco; no podrás acabar con ellas en seguida, para que
las fieras del campo no se aumenten contra ti.
7:23 Mas YaHWéH tu Dios las entregará delante de ti,
y él las quebrantará con grande destrozo, hasta que sean
destruidas.
7:24 El entregará sus reyes en tu mano, y tú destruirás
el nombre de ellos de debajo del cielo; nadie te hará frente hasta
que los destruyas.
7:25 Las esculturas de sus dioses quemarás en el fuego; no codiciarás
plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello,
pues es abominación a YaHWéH tu Dios;
7:26 y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas
anatema; del todo la aborrecerás y la abominarás, porque
es anatema.
Capítulo 8
La buena tierra que han de poseer
8:1 Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno
hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis
y poseáis la tierra que YaHWéH prometió con juramento
a vuestros padres.
8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído
YaHWéH tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte,
para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si
habías de guardar o no sus mandamientos.
8:3 Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó
con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres
la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan
vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de YaHWéH
vivirá el hombre.
8:4 Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te
ha hinchado en estos cuarenta años.
8:5 Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre
a su hijo, así YaHWéH tu Dios te castiga.
8:6 Guardarás, pues, los mandamientos de YaHWéH tu Dios,
andando en sus caminos, y temiéndole.
8:7 Porque YaHWéH tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra
de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas
y montes;
8:8 tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra
de olivos, de aceite y de miel;
8:9 tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará
nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás
cobre.
8:10 Y comerás y te saciarás, y bendecirás a YaHWéH
tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Amonestación de no olvidar a Dios
8:11 Cuídate de no olvidarte de YaHWéH tu Dios, para cumplir
sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;
8:12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que
habites,
8:13 y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te
multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;
8:14 y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de YaHWéH
tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre;
8:15 que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno
de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no había
agua, y él te sacó agua de la roca del pedernal;
8:16 que te sustentó con maná en el desierto, comida
que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote,
para a la postre hacerte bien;
8:17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano
me han traído esta riqueza.
8:18 Sino acuérdate de YaHWéH tu Dios, porque él
te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que
juró a tus padres, como en este día.
8:19 Mas si llegares a olvidarte de YaHWéH tu Dios y anduvieres
en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo
afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis.
8:20 Como las naciones que YaHWéH destruirá delante de
vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido
a la voz de YaHWéH vuestro Dios.
Capítulo 9
Dios destruirá a las naciones de Canaán
9:1 Oye, Israel: tú vas hoy a pasar el Jordán, para entrar
a desposeer a naciones más numerosas y más poderosas que
tú, ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo;
9:2 un pueblo grande y alto, hijos de los anaceos, de los cuales tienes
tú conocimiento, y has oído decir: ¿Quién se
sostendrá delante de los hijos de Anac?
9:3 Entiende, pues, hoy, que es YaHWéH tu Dios el que pasa delante
de ti como fuego consumidor, que los destruirá y humillará
delante de ti; y tú los echarás, y los destruirás
en seguida, como YaHWéH te ha dicho.
9:4 No pienses en tu corazón cuando YaHWéH tu Dios los
haya echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha traído
YaHWéH a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones
YaHWéH las arroja de delante de ti.
9:5 No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras
a poseer la tierra de ellos, sino por la impiedad de estas naciones YaHWéH
tu Dios las arroja de delante de ti, y para confirmar la palabra que YaHWéH
juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
La rebelión de Israel en Horeb
(Ex. 31.18--32.35)
9:6 Por tanto, sabe que no es por tu justicia que YaHWéH tu Dios
te da esta buena tierra para tomarla; porque pueblo duro de cerviz eres
tú.
9:7 Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de YaHWéH
tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de
Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes
a YaHWéH .
9:8 En Horeb provocasteis a ira a YaHWéH , y se enojó
YaHWéH contra vosotros para destruiros.
9:9 Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra,
las tablas del pacto que YaHWéH hizo con vosotros, estuve entonces
en el monte cuarenta días y cuarenta noches,
sin comer pan ni beber agua;
9:10 y me dio YaHWéH las dos tablas de piedra escritas con el
dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras
que os habló YaHWéH en el monte, de en medio del fuego, el
día de la asamblea.
9:11 Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches,
que YaHWéH me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
9:12 Y me dijo YaHWéH : Levántate, desciende pronto de
aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto
se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen
de fundición.
9:13 Y me habló YaHWéH , diciendo: He observado a ese
pueblo, y he aquí que es pueblo duro de cerviz.
9:14 Déjame que los destruya, y borre su nombre de debajo del
cielo, y yo te pondré sobre una nación fuerte y mucho más
numerosa que ellos.
9:15 Y volví y descendí del monte, el cual ardía
en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos.
9:16 Y miré, y he aquí habíais pecado contra YaHWéH
vuestro Dios; os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos
pronto del camino que YaHWéH os había mandado.
9:17 Entonces tomé las dos tablas y las arrojé de mis
dos manos, y las quebré delante de vuestros ojos.
9:18 Y me postré delante de YaHWéH como antes, cuarenta
días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua,
a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo el
mal ante los ojos de YaHWéH para enojarlo.
9:19 Porque temí
a causa del furor y de la ira con que YaHWéH estaba enojado contra
vosotros para destruiros. Pero YaHWéH me escuchó aun esta
vez.
9:20 Contra Aarón también se enojó YaHWéH
en gran manera para destruirlo; y también oré por Aarón
en aquel entonces.
9:21 Y tomé el objeto de vuestro pecado, el becerro que habíais
hecho, y lo quemé en el fuego, y lo desmenucé moliéndolo
muy bien, hasta que fue reducido a polvo; y eché el polvo de él
en el arroyo que descendía del monte.
9:22 También en Tabera,
en Masah
y en Kibrot-hataava
provocasteis a ira a YaHWéH .
9:23 Y cuando YaHWéH os envió desde Cades-barnea,
diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado,
también fuisteis rebeldes al mandato de YaHWéH vuestro Dios,
y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz.
9:24 Rebeldes habéis sido a YaHWéH desde el día
que yo os conozco.
9:25 Me postré, pues, delante de YaHWéH ; cuarenta días
y cuarenta noches estuve postrado, porque YaHWéH dijo que os había
de destruir.
9:26 Y oré a YaHWéH , diciendo: Oh Señor YaHWéH ,
no destruyas a tu pueblo y a tu heredad que has redimido con tu grandeza,
que sacaste de Egipto con mano poderosa.
9:27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob; no mires
a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad ni a su pecado,
9:28 no sea que digan los de la tierra de donde nos sacaste: Por cuanto
no pudo YaHWéH introducirlos en la tierra que les había prometido,
o porque los aborrecía, los sacó para matarlos en el desierto.
9:29 Y ellos son tu pueblo y tu heredad, que sacaste con tu gran poder
y con tu brazo extendido.
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